< Retour aux publications

Sexto informe del IPCC

17/08/21 Publicaciones, International

"Para estabilizar el clima se necesitarán reducciones fuertes, rápidas y sostenidas de las emisiones de gases de efecto invernadero y una reducción de las emisiones netas de CO2 a cero. Limitar otros gases de efecto invernadero y contaminantes atmosféricos, especialmente el metano, podría beneficiar tanto a la salud pública como al clima", dijo Panmao Zhai, copresidente del Grupo de Trabajo I del IPCC.
+ 5,7 C. Este es el objetivo del informe. En todos los escenarios, desde el más optimista hasta el más pesimista, se espera que la temperatura global alcance los +1,5°C en 2030 en comparación con la era preindustrial, diez años antes que la estimación anterior del IPCC de hace tres años. Pero el IPCC también proyecta un calentamiento de hasta +5,7°C... y esto no es ni mucho menos una suposición descabellada, por varias razones. Apenas la mitad de los gobiernos han revisado sus compromisos de emisión de gases de efecto invernadero. El anterior conjunto de compromisos, asumidos a raíz del Acuerdo de París de 2015, conduciría a un mundo de +3°C, si se cumpliera (lo que a menudo ni siquiera ocurre). Al ritmo actual, el mundo se dirige hacia +4 C o +5 C.
El IPCC señala la responsabilidad humana en el calentamiento global. Sí, es un hecho, la actividad humana es responsable, pero ¿de qué actividad humana estamos hablando?
El IPCC nunca ha hablado tanto del metano, el segundo gas de efecto invernadero más importante después del CO2. El lunes dio la voz de alarma de que si no se reducen las emisiones de CH4, se podrían socavar los objetivos del Acuerdo de París. Las concentraciones de CH4 en la atmósfera -a las que contribuyen las fugas de la producción de gas, la minería, la eliminación de residuos y la ganadería- son las más altas de los últimos 800.000 años. Este gas tiene un poder de calentamiento mucho mayor que el CO2, aunque permanece en la atmósfera durante menos tiempo.
Según la ONU, cada día 25.000 personas, entre ellas más de 10.000 niños, mueren de hambre y causas relacionadas. Se calcula que 854 millones de personas están desnutridas en todo el mundo y que el aumento de los precios corre el riesgo de empujar a otros 100 millones de personas a la pobreza y el hambre.
Casi mil millones de personas viven en barrios marginales, aproximadamente uno de cada tres habitantes de las ciudades de los países en desarrollo.
Unos 2.100 millones de personas, es decir, el 30% de la población mundial, siguen sin tener acceso a un suministro de agua doméstica segura y 4.500 millones, es decir, el 60%, carecen de servicios de saneamiento gestionados de forma segura.
Según la OMS, la pobreza energética es un problema importante en todo el mundo:
- Mil millones de personas no tienen acceso a la electricidad.
- 3.000 millones de personas cocinan con madera o carbón.
- El 25% del presupuesto de los más pobres se destina a la iluminación y la cocina.
- 4 millones de personas mueren cada año por la contaminación en el hogar.
- 300.000 personas mueren cada año por quemaduras e incendios.
- La deforestación equivale a 57.500 campos de fútbol al año.
Las multinacionales violan los derechos humanos y destruyen el medio ambiente con impunidad. Sus grupos de presión moldean las leyes para que se adapten a sus intereses. Disfrutan de privilegios exorbitantes, protegidos por acuerdos comerciales y de inversión: ¡contra toda lógica, los beneficios tienen prioridad sobre los derechos humanos!
Estas empresas quieren fingir que son la solución a la pobreza y al cambio climático, pero son problemas que ellas mismas han creado, o han empeorado. Se reinventan constantemente para imponer sus falsas soluciones e impedir la adopción de cualquier medida que limite sus actividades, las ponga bajo control o amenace sus beneficios. Han logrado imponer su lógica a los gobiernos y se benefician de una verdadera arquitectura mundial de la impunidad.
A nivel internacional, mientras que más de 3.400 tratados de comercio e inversión protegen sus beneficios, no hay ni un solo tratado que obligue a las multinacionales a respetar los derechos humanos y el medio ambiente. Muchas de estas multinacionales ya no deberían ser propiedad de los accionistas, sino de las naciones, y el beneficio ya no debería ser su razón de ser, sino la respuesta a las necesidades.
¿Lo sabías?
- En 2021, había 2755 multimillonarios en todo el mundo.
- 189.300 millones de dólares es la riqueza del primer multimillonario
- El 1% de la población posee casi la mitad de la riqueza mundial.
El anuncio de la ONG Oxfam causó un gran revuelo. Y con razón. Este hallazgo puso de manifiesto una tendencia cada vez más pronunciada: la brecha entre ricos y pobres se amplía cada año... mientras que los multimillonarios emiten 1300 veces más CO2 que el francés medio.

Según un informe de la ONG Oxfam, el 1% más rico de la población mundial, unos 63 millones de personas, emite el doble de gases de efecto invernadero que la mitad más pobre de la población. Sólo ellos son responsables del 15% de las emisiones acumuladas.
El 10% más rico de la población mundial, unos 630 millones de personas, es responsable de cerca del 52% de las emisiones acumuladas de CO2.
Para DAE SOS FUTUR, es urgente actuar para limitar el calentamiento global y por eso hay que tomar medidas políticas importantes a nivel internacional. El acceso a la electricidad responde a una necesidad vital para la humanidad, su producción debe ser de carbono cero y estar acompañada de otra lógica, frente a la ley del mercado y del beneficio. Es una cuestión de bien público.
La realidad de la situación planetaria muestra claramente que el beneficio para la remuneración de los accionistas y multimillonarios no va a responder a los desafíos climáticos, y menos aún al fin de la pobreza en el mundo.

Montreuil, 16 de agosto de 2021

< Retour aux publications